El poder del miedo y la inseguridad: La fábula de la puerta negra





Hoy compartimos con vosotros una nueva reflexión para el camino, para el enriquecimiento espiritual. Una relato para la meditación de los hechos de nuestra vida… Y en este caso nos vamos a centrar en el miedo y en la inseguridad; esos sentimientos que condicionan nuestro vivir.
Muchas veces, desechamos grandes situaciones que pueden llegar a ser muy beneficiosas para nuestra vida por el miedo a enfrentarnos; enfrentarnos a la posibilidad del cambio. Y así nos abrazamos a lo conocido, aunque sea terrible o realmente no lo queramos. Nos conformamos con las situaciones de comodidad y a no cambiar por la posibilidad de que lo que venga sea a peor.
Damos privilegio a lo conocido frente al riesgo, todo por el temor a dar un paso y cruzar el umbral de la incertidumbre o desconocido. Esto mismo les pasó a todos los prisioneros de la fábula que por miedo a cruzar la puerta negra murieron, en cambio, si alguno hubiese querido dar un paso más y abrir la puerta, se encontraría con el camino hacia la libertad.
Fábula de la puerta negra
Había una vez en un país de las mil y una noches, un rey conocido por ser muy polémico con sus acciones.
Tomaba a los prisioneros de guerra y los conducía hacia una enorme sala. Los prisioneros eran colocados ordenadamente en largas filas y el rey gritaba diciéndoles:
–Les voy a dar una oportunidad, giren vuestras cabezas hacia la derecha y miren hacia el rincón de la sala.
Los soldados giraron la cabeza y vieron a un grupo de soldados armados todos ellos con arcos y flechas, preparados para llevar a cabo cualquier acción.
-¿Habéis tomado nota de lo que habéis visto? Bien, pues ahora, giren sus cabezas hacia la izquierda y observen lo que se encuentra en el rincón de la sala.- continuó diciendo el rey
Al girar la cabeza, los prisioneros observaron una dantesca puerta negra. En la puerta colgaban cráneos humanos a modo de decoración y el picaporte para abrir la puerta no parecía mucho más agradable al tratarse de la mano de un cadáver.
Dicho esto, el rey se colocó en el centro de la sala y gritó a los soldados:
– Ahora os doy la oportunidad de que escojan, ¿qué es lo que ustedes quieren? ¿Eligen la zona derecha donde ustedes van a morir clavados por flechas o eligen la zona izquierda y abrir la puerta negra y dejarlos encerrados allí? Ahora en vuestra mano queda vuestra decisión, escojan.
Uno a uno, los soldados iban observando las dos posibilidades para poder tomar una decisión y la mayoría de ellos siguieron el mismo comportamiento: primero, antes de tomar la decisión de la muerte segura si escogían a los soldados, se acercaban a la horrible puerta negra, donde aquellos esqueletos, calaveras y lemas del tipo “viva la muerte”, elegían morir atravesados por las fechas. “Una muerte rápida y segura, seguro que si elijo la puerta también voy a morir y a saber de qué forma, seguro que será una tortura”– decían
Así, uno tras otro, todos actuaban cual rebaño de ovejas. Miraban a la puerta y a los arqueros y pedía al rey morir atravesados por las fechas.
Terminada la guerra y pasado el tiempo, uno de los arqueros que se encontraba barriendo la enorme sala vio cómo se acercaba el rey. El arquero con todo respeto y algo temeroso preguntó al rey: – “Sabes, gran rey, cada vez que usted da la oportunidad a los prisioneros, siempre nada en mi la misma curiosidad, no se enfade con la pregunta que le voy a formular, pero, ¿qué es lo que se esconde detrás de aquella puerta negra?”
El rey respondió con el semblante serio: “Si usted tiene esa duda, ve y abre esa puerta negra.”
El soldado, abrió con cautela la horrible puerta y sintió un rayo puro y enérgico de sol acariciar el suelo de la enorme sala. Abrió del todo la puerta y la luz y un agradable aroma a hierba recién cortada inundaron la sala. El soldado se acercó un poco más para observar el paisaje que se escondía tras la puerta y observó que en realidad la puerta era el umbral para comenzar a andar por un camino…. el camino hacia la libertad.
Y para vosotros ¿qué es la puerta negra? Tal y como he comentado al comienzo, a mi entender, la puerta negra representa nuestros miedos, nuestras inseguridades, miedo a asumir riesgos.
Todos tenemos una gran puerta negra dentro de nosotros, de nuestra mente. Para algunos, la puerta negra representa el miedo a lo desconocido, para otros representa a una persona difícil, o una frustración, miedo a cambiar o puede representar una traba imaginaria que ha nacido durante tu educación o crianza (creencias limitantes).
Tenemos que tener presente que si bien puedes perder, también puedes ganar. Da un paso más, atraviesa el umbral del miedo, abramos esa puerta negra y dejemos que el sol entre por completo en nuestra vida. Sintamos su calor y su energía y recorramos el camino hacia la libertad. No hagamos lo de los prisioneros, que por no arriesgar perdieron su libertad.
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El hombre valiente no es el que no siente miedo, sino aquel que conquista ese miedo.–Nelson Mandela
Fuente: Trisquelate

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