COMO SUPERAR LA DESVALORIZACIÓN INTERIOR

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La importancia de la AUTOESTIMA estriba en que concierne a nuestro ser interior y en tener controlada la desvalorización interior, a nuestra forma de ser y al sentido de nuestra valía personal. Por lo tanto, puede afectar a nuestra manera de actuar en el mundo y de relacionarnos con los demás. Nada en nuestra forma de pensar, de sentir, de decidir y de actuar escapa a la influencia de la autoestima.
Mucho se ha hablado de la importancia trabajar en nuestra AUTOESTIMA, principalmente cuando queremos lograr metas y objetivos. Sin embargo, la AUTOESTIMA también juega un papel importante en nuestra SALUD, pero la mayoría de nosotros lo desconoce y por lo tanto no le damos importancia.
Lo contrario de la autoestima alta, puede ser la DESVALORIZACIÓN entendiéndola de una manera simple como “No soy capaz de…”. Consciente o inconscientemente los seres humanos, vivimos muchos
CONFLICTOS BIOLÓGICOS relacionados con sentirnos “desvalorizados”, por ejemplo cuando:
– “No soy capaz de lograr una meta”
– “No soy capaz de hacer una actividad manual”
– “No soy capaz de estudiar una carrera universitaria”
– “No soy capaz de retener a una pareja”
– “No soy capaz de defenderme de una agresión”
– “No soy capaz de realizar bien una actividad deportiva”
– “No soy capaz de huir de una persona agresiva”
– “No soy capaz como ser humano”
– “No soy tan capaz como otros miembros de mi familia”
La lista puede ser interminable…
Desafortunadamente, desconocemos que cuando vivimos un CONFLICTO DE DESVALORIZACIÓN con gran carga emocional, inesperado, en soledad y sin solución aparente se pueden manifestarán en nuestro cuerpo “enfermedades” o síntomas físicos con DOLOR DE HUESOS y DEFORMACIÓN DE ARTICULACIONES.
Ante este tipo de conflictos se activan programas inconscientes mediante los cuales a través de nuestro cuerpo se busca solucionarlos. De acuerdo al “tipo” de desvalorización, se afectará una parte o todo el cuerpo. Por lo general, mientras estamos viviendo la FASE ACTIVA del conflicto hay pérdida del tejido óseo y cuando entramos a la FASE DE CURACIÓN se regenera el tejido perdido.
Por ejemplo, la artritis en MANOS y DEDOS se produce cuando la persona “no se considera apta para desarrollar una actividad manual”. En la fase activa del conflicto el tejido óseo disminuye sin producir síntomas, sin embargo cuando se soluciona el tejido óseo se regenera y se distiende el periostio (especie de piel que recubre al hueso). Esa distensión es DOLOROSA y limita los movimientos de la mano.
La artritis en las manos es el ejemplo clásico de un CONFLICTO BIOLÓGICO QUE AL SOLUCIONARSE PRODUCE DOLOR y la deformación de las articulaciones. Lo que cambia en los diferentes huesos y articulaciones es el matiz del “conflicto de desvalorización” y dependiendo de esto el dolor se manifiesta en la parte del cuerpo correspondiente. Ejemplos:
RODILLAS, “no ser apto para desarrollar actividades deportivas o actividades como correr, caminar, mantener el balance de alguna instigación o actividad”.
CADERA, el conflicto es “sentirse desvalorizado por no poder soportar más una situación u obligación”.
HOMBRO, “desvalorización por la percepción de no haber sido buena madre/hija o buena pareja”.
CODO, “desvalorización leve por no poder retener a alguien”.
Planta del PÍE, “no ser apto para desplazarse hacia un sitio o una meta o una persona”.
OMÓPLATO, “desvalorización severa de sí mismo”.
CUELLO, “conflicto de desvalorización de tipo intelectual”.
COLUMNA LUMBAR, “desvalorización de sí mismo por no poder recibir o dar el apoyo necesario”.
COLUMNA DORSAL, “desvalorización profunda” como persona, como un todo, que no merece atenciones ni debe dar atenciones.
MAXILARES, “no poder o no deber regresar la mordida (la agresión)”.
PELVIS, “desvalorización severa relacionada con la sexualidad”.
El conflicto que desencadena la OSTEOPOROSIS es de tipo “desvalorización profunda o impotencia” (en fase activa), con una temática especifica según el hueso afectado. Mientras que la leucemia es por un “conflicto de desvalorización severa” que afecta a la MÉDULA ÓSEA Y AL HUESO (fase de curación).
Cuando vivimos DIVERSOS CONFLICTOS SIMULTÁNEAMENTE, y uno de ellos es el de desvalorización, el cuadro se complica: por ejemplo la FIBROMIALGIA es resultado de varios conflictos biológicos. La base es el “síndrome de la tortuga” (para protegerse las tortugas esconden su cabeza y sus extremidades en el interior del caparazón), con un conflicto de “desvalorización/impotencia” y otro conflicto por “no haber tomado la dirección correcta/equivocarse de camino” (fatiga “crónica”).
Por otro lado la base de la ESCLEROSIS MÚLTIPLE es un conflicto biológico de “separación brutal” (querer o no querer separarse de alguien) con “impotencia” (sentirse bloqueado) y “auto desvalorización” (en fase activa destrucción de las células musculares, a menudo vinculada con el choque del diagnóstico médico).
Como pueden darse cuenta, el abanico de síntomas físicos relacionados con la DESVALORIZACIÓN es muy amplio y en muchos casos puede ser complejo. Por supuesto que no es posible evitar sufrir conflictos biológicos, pero sí podemos “degradarlos” para que los síntomas sean menos intensos.
Una autoestima alta puede ser la diferencia entre un dolor leve o un dolor fuerte, un dolor temporal o un dolor crónico.

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